son tus besos, que me excitan...

No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que soy feliz. Se trata de reir sin darme cuenta, de soñar despierto y no acordarme después, de jugar con fuego, quemarme, y aun así reir, porque es lo único que puedo hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen mi felicidad. Esa felicidad que crece y crece diariamente gracias a personas increíbles, pero sobre todo a una. Un pequeño ángel que llega de la nada y se convierte en algo mas que especial.