jueves, 20 de octubre de 2011
ña-ña.
Historias acabadas, momentos únicos pero rotos, instantes de felicidad, alegría, niñez... Llego la hora, llego el momento de comerse el mundo, de gritar a los cuatro vientos que soy feliz, que soy nuevo. Es algo que se lleva por dentro, la niñez de hace quince años, la infancia que hoy se levanta y corre por las calles pegando cuatro voces y callando bocas; bocas que no pararán de abrirse nunca, pero para ello tienes que sacar una enorme sonrisa y demostrar que eres mas fuerte que nadie, que hoy empieza una nueva historia, un nuevo mundo.
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